por José Luís López
Hace apenas ocho años que las transformaciones profundas e insistentes en Bolivia cobran fuerza. Poco a poco los líderes de opinión, los nuevos actores sociales y los dramáticos conflictos sociales han logrado configurar en el imaginario social las palabras “cambio y transformación”. Hasta antes, parece que era una utopía creer y esperar “otro mundo” y otra realidad. “¡Ahora es cuando!”, se escucha murmurar y gritar con más frecuencia, sobre todo en aquellos lugares conocidos como “populares”.
¿qué cambios profundos emergen de nuestra crisis en Bolivia?
1.- “Los poderosos conciben la historia como un espejo: ven en el rostro deshecho de los otros –humillados, vencidos o ‘convertidos’- el esplendor del suyo propio”.
LOS COROLARIOS DE LA COLONIALIDAD
Pensemos que todas estas realidades constitutivas de la colonialidad (racismo, eurocentrismo y modernidad capitalista) no sólo nacieron en América producto del colonialismo del siglo XVI, sino que tuvieron su continuidad -por lo menos una continuidad discursiva porque la realidad se presenta variopinta-, impulsados por los grupos internos de la élite política y económica, después de los procesos de independencia. Los Estados modernos fueron (todavía son) la realidad/poder que profundiza la colonialidad, esta vez con distinta arquitectura institucional.
Pensemos que todas estas realidades constitutivas de la colonialidad (racismo, eurocentrismo y modernidad capitalista) no sólo nacieron en América producto del colonialismo del siglo XVI, sino que tuvieron su continuidad -por lo menos una continuidad discursiva porque la realidad se presenta variopinta-, impulsados por los grupos internos de la élite política y económica, después de los procesos de independencia. Los Estados modernos fueron (todavía son) la realidad/poder que profundiza la colonialidad, esta vez con distinta arquitectura institucional.
2.- “Era dignidad todo lo que teníamos”.
EL ARGUMENTO MÁS VALIOSO PARA LA DESCOLONIZACIÓN
La descolonización ya tuvo (ya tiene) lugar, se construye y se proyecta. Los ciclos de rebeldía contemporánea (en Bolivia y en América Latina) experimentados en las dos últimas décadas, no son sólo la expresión de movimientos sociales indignados y enfurecidos, sino que, además, son la expresión de un nuevo proceso des-colonial.
La descolonización se diseña, entonces, como una actitud. Una actitud que no nos separa de la historia, sino que nos introduce en ella de una nueva forma.
La descolonización ya tuvo (ya tiene) lugar, se construye y se proyecta. Los ciclos de rebeldía contemporánea (en Bolivia y en América Latina) experimentados en las dos últimas décadas, no son sólo la expresión de movimientos sociales indignados y enfurecidos, sino que, además, son la expresión de un nuevo proceso des-colonial.
La descolonización se diseña, entonces, como una actitud. Una actitud que no nos separa de la historia, sino que nos introduce en ella de una nueva forma.